Se llama Francisco Tomás Maya y es profesor de Ciencias Politicas. También es docente en varias escuelas públicas de Mar del Plata y estudiante de la carrera de Geografía. Pero una vez al año deja su rol de enseñar para aprender. Y vaya si aprende ante cada sonrisa.
Desde hace casi una década Maya, en compañía de su esposa, recorre los pasillos del Hospital Materno Especializado Materno Infantil horas antes de la llegada de la Nochebuena en su traje de Papa Noel. “Intento rescatar una sonrisa de los niños internados y de sus familias, que necesitan fortaleza para acompañarlos y seguir adelante, muchas veces ante difíciles momentos de salud de sus pequeños hijos” dice a LA CAPITAL.
Aunque la historia se repita en otros barrios, otras instituciones, otros pueblos nunca deja de ser un estímulo deshacerse de la rutina de ser uno mismo y correrse del eje para ser otro. Para Maya y su esposa no es sencillo pero lo hacen con orgullo y esperanza. Durante las semanas previas reúnen a sus vecinos, amigos, comerciantes cercanos y a simples desconocidos y obtienen de ellos los juguetes y golosinas que tendrán el mejor de los destinos: una cama del Materno.
“Fuí Papá Noel por primera vez en mi casa, para sorprender a mis hijos, y desde entonces hago extensivo el uso del disfraz en la Nochebuena para los niños de nuestro Hospital Materno, movilizado por la gracia de tener hijos sanos”, explica.
Probablemente este año todo se repetirá y el “Profe” estará junto a los que más necesitan una sonrisa.